Ubicada en el dextro de la iglesia parroquial de Santa Margarida de Bianya, La Ferreria data de finales del s. XIV. El primer documento en que aparece descrita data del 1399, la habitaba Bernat Pagès, herrero.
En la actualidad, el Manso la Ferreria se ha convertido en un pequeño Hotel completamente reformado, con todas las comodidades de hoy y todo encanto de ayer.
Wifi
Acceso adaptado instalaciones accesibles
Ascensor
Se admiten mascotas no peligrosas de hasta 10kg
Aparcamiento y doble cargador eléctrico exclusivo para clientes
Una piscina rodeada por un paisaje espectacular, con agua tratada de forma natural, con sal, respetuosa con tu piel, con tus ojos, con tu cabello.
Este espacio era uno de los antiguos establos donde se guardaban las vacas. Ahora es el lugar perfecto en el que leer un libro al abrigo de la chimenea.
El entorno del Hotel cuenta con amplios jardines de árboles autóctonos, robles, encinas, que se fusionan con el bosque. Un lugar perfecto donde poder disfrutar de un desayuno especial, en plena naturaleza.